La historia de un naúfrago de origen salvadoreño y residente en México, que ha aparecido más de 13 meses después de desaparecer en el mar, tras recorrer 12.000 kilómetros desde su punto de partida, ha sacudido en las últimas horas las redes sociales de medio mundo.
José Salvador Alvarenga, de 37 años, se habría adentrado en la mar en México, el 21 de diciembre de 2012, con el objetivo de pescar tiburones. En su bote de 7 metros de eslora, estaba compañado por un joven llamado Ezequiel para lo que suponían iba a ser una tranquila jornada de pesca.
Según el pescador, una tormenta los alejó de la costa, y una avería en el barco acabó con sus posibilidades de regresar. Dos hombres sin nada, a la deriva.
Muere su acompañante
El joven Ezequiel, según el relato del superviviente, habría muerto a los cuatro meses de partir de México, y el ahora retornado naúfrago asegura que ha logrado sobrevivir a base de beber sangre de tortuga y pescar y comer desde peces a pájaros.
Tal vez José Salvador Alvarenga también habría muerto, pero logró alcanzar la semana pasada el atolón Ebon, en las Islas Marshall, más de 13 meses y 12.000 kilómetros después.
El naúfrago ha aparecido ante los medios de comunicación con una espesa barba, la piel castigada por el sol, y las piernas hinchadas por un largo tiempo de inactividad.
Hasta el esclarecimiento de todos los detalles de su aventura, las autoridades han guardado cierta prudencia sobre el relato de Alvarenga, por su buen estado de salud general y su aparición repentina en las islas, asociadas con Estados Unidos.
El mismo Alvarenga reconocía a sus interlocutores que "la historia puede ser increíble para la gente", aunque declaró que durante su travesía no tuvo miedo, ya que "tuve la mente en Dios"
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