Varios medios ingleses se hacen eco de la investigación difundida por la cadena oficial, que reveló que en Ridley Road Market, uno de los mercados más conocidos de la ciudad, se vende habitualmente carne de rata importada de Ghana, sin control bromatológico.
"Es ilegal y no ha pasado por los controles de salud, no han sido inspeccionados y pueden estar contaminados”, le dijo el experto en salud ambiental Paul Povey a la BBC.
Según se informó, el comercio de roedores es cada vez más extendido en Ghana, en donde crecen las gigantescas Grass Cutter (cortadoras de pasto), ratas que superan el medio metro de largo y tienen un peso cercano a los 9 kilogramos. Vendedores del Reino Unido están importando su carne sin declarar el tráfico.
Según fuentes de África Occidental citadas por el medio británico, el mercado de Ridley Road -situado en Dalston, en el este de la capital del país- es un destino habitual para el comercio ilegal de este tipo de carne. El informe señala que la última vez que el Consejo de Hackney hizo un control profundo en el mercado investigado fue en 2009, mientras que oficialmente se registró solamente una denuncia desde entonces, que no fue probada.
"Es ilegal y no ha pasado por los controles de salud, no han sido inspeccionados y pueden estar contaminados”, le dijo el experto en salud ambiental Paul Povey a la BBC.
Según se informó, el comercio de roedores es cada vez más extendido en Ghana, en donde crecen las gigantescas Grass Cutter (cortadoras de pasto), ratas que superan el medio metro de largo y tienen un peso cercano a los 9 kilogramos. Vendedores del Reino Unido están importando su carne sin declarar el tráfico.
Según fuentes de África Occidental citadas por el medio británico, el mercado de Ridley Road -situado en Dalston, en el este de la capital del país- es un destino habitual para el comercio ilegal de este tipo de carne. El informe señala que la última vez que el Consejo de Hackney hizo un control profundo en el mercado investigado fue en 2009, mientras que oficialmente se registró solamente una denuncia desde entonces, que no fue probada.
“No se lo digas a nadie”
En una filmación realizada con una cámara oculta se pueden ver a los carniceros pidiéndoles 30 libras por bolsa y también discreción al falso comprador. Además, en una secuencia clásica de este tipo de informes, niegan terminantemente haberlo hecho cuando son interrogados abiertamente.
De hecho, cuando esto sucede se termina generando un mini escándalo contra el equipo de producción que realiza el reportaje.
"No vendo ratas, nunca vendí ratas, no vendo ratas… ", le contesta el dueño de la tienda Great Expectation (algo así como “La gran ilusión”), que poco antes le había vendido a un comprador oculto dos ejemplares ghaneses. "Yo no tengo ninguna rata, ¿por qué me están filmando?".
En Adom Training, otro negocio que vendió carne reconociendo que se trataba de una grass cutter de Ghana, el responsable también negó haberlo hecho y reprendió a los reporteros por su intromisión, aunque al mismo tiempo dejó entrever el verdadero motivo que lo llevó a meterse en el asunto.
"Lo que están diciendo es 100% mentira, no vendo ratas. Están destrozando un negocio… ¿No saben lo que nos cuesta pagar los costos?".
Fuente: contexto.com.ar
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